Reflexiones a orillas del rio.
Rio bamboleante como hamaca
en que se mecen por las mañana
rumiantes pensamientos.
Corriente serena y relajada como brisa
primorosa por instantes
Y por contraste tosca,
impetuosa y amenazante.
Cuando está de buenas
como tú;
es sanación
como dormir bajo tus brazos.
O como cuando necesito de un abrazo
Y me dejas dormir
en un ensamble con tu cuerpo.
Eres asi, para mí, ese agua de purificación.
Lluvia como fuente,
que te vuelve vital
y caes por las tardes.
Como el agua, tú también,
puedes arrastrar todo lo que tocas
y con paciencia corromper
incluso asperas dificultades como rocas.
¡Impetuosa, movediza y valiente eres!
Y a pesar de que no pierdes tu gracias
y fluyes con sutileza,
frente al fuego y el acero
combates con grandeza.
Como agua
sanemos,
y transformemos
todo lo diario
en extraordinaria magnificencia y gracia.
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